Testimonios vivos de la segunda guerra mundial.
Edith P. Era la más chica de una familia de seis hermanos, nació en Checoslovaquia y nunca percibió el rechazo hacia los judíos durante su juventud. La anexión a Alemania fue para ellos una noticia muy desafortunada. Su hermano servía en el ejército checo y emigró a Israel poco tiempo después. La ocupación húngara en 1944 trajo más dificultades para los judíos. La comunidad judía fue forzada a vivir durante dos semanas bajo terribles condiciones. Posteriormente en junio de 1944 los subieron en camiones de ganado y los llevaron a Auschwitz, un campo de concentración. Fue separada de su familia, le rasuraron la cabeza y le dieron el uniforme de los campos de concentración. Esto es solo algoque dijo e intento definir AUSCHWITZ como.
"Auschwitz, si quisiera describirlo, diría que es, que no ha habido, que no ha habido, que la gente no ha inventado una expresión para describir lo que era Auschwitz. Era el infierno en la tierra. El silencio de Auschwitz era el infierno. Las noches eran el infierno y en los días nos levantábamos a las tres de la mañana, a las cuatro en el verano. ¡Cuando el sol salía no era como el sol! ¡Les juro que no brillaba! Estaba siempre rojo para mí, estaba siempre negro para mí, nunca fue vida. Sólo fue destrucción."
La transfirieron junto con su cuñada. Obtuvo trabajo en la cocina y volvió a ser ella misma porque no moría de hambre. Edith compartió la comida con los otros prisioneros. Fueron liberados el 14 de abril de 1945 por las tropas norteamericanas. Se casó y tuvo tres hijas. Considera que es muy importante que nadie nunca experimente lo que ella vivió.
Marion P. Nació en Amsterdam, Holanda en 1920. Su padre era juez. Ella notó la tradición de ofrecer refugio a las víctimas de las persecuciones religiosas y la llegada de muchos refugiados judíos al aumentar el poder de Hitler. Aunque no pertenecía a una familia judía se sintió decepcionada de que el gobierno en Holanda no les otorgara facilidades a los refugiados. Gradualmente se empezaron a implementar las medidas anti-judías y Marion se dedicó activamente a esconder judíos. Describe la invasión alemana el 10 de mayo de 1940. Asi es como definio ella lo que le paso:
" Estaba camino a mis clases en la escuela de trabajo social y vi cómo llenaban un camión con niños judíos de una casa-hogar judía. Hubo varias mujeres que trajeron a niños judíos a Holanda y esta era una casa-hogar pequeña. Estos niños tenían entre dos y diez años. La forma en la que los alemanes trataban a los niños, en un día soleado a las nueve de la mañana mientras uno iba caminando por la banqueta, veía cómo se reían y hacían chistes al tiempo que recogían a niños pequeños de sus brazos, piernas, de su cabello; los aventaban al camión. Esto ayudaba a creer que eran capaces de cualquier cosa . Hubo dos mujeres que atacaron a los alemanes tratando de detenerlos y fueron arrojadas al camión también. Fue entonces cuando decidí volverme más activa".
Marion arriesgando su vida salvó a muchos judíos en Holanda y posteriormente fue premiada por su gran rectitud moral. Después de la guerra fungió como trabajadora social.
Rachel G. Nació en Brusselas, Bélgica en 1934 y disfrutó de una infancia feliz hasta la invasión alemana. A los judíos los forzaban a usar una estrella amarilla para identificarlos. Rachel se rebeló contra esa ley porque los niños no judíos no querían jugar con ella. Su madre le advirtió que por ley tenía que portar la estrella. Por su rebeldía recibió una notificación oficial de que ya no podía asistir a la escuela por lo que sus padres tuvieron que esconderla. Conocían a un sacerdote católico y éste llevó a Rachel a un convento. Ella vivió en varios conventos durante la guerra. y asi como lo vivio ella:
"Un día vino la Gestapo mientras yo estaba con las monjas carmelitas. Una de sus reglas es que no pueden ver a los hombres. Tocaron en la puerta y dijeron: ¡Queremos a la niña judía, sabemos que tienen una niña judía ahí! Las monjas dijeron que no. La Gestapo rompió la puerta. Lo que nunca voy a olvidar es que las monjas tenían una canasta muy grande con la ropa sucia, me metieron en la canasta con la ropa encima. Eso sucedió como en un segundo. Así fue como me salvé."
Su padre murió y su madre sobrevivió a Auschwitz. Rachel espera vivir su vida como un buen ser humano ayudando a otros, sin importar su origen étnico, racial o su religión.
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